30 juliol 2013
Categoria/es: General

ELS MÀRTIRS, ENCARA AVUI, ENS PARLEN

Julián Lisbona Royo (H. Timoteo José, marista)

A la muerte de sus padres, Julián tuvo que ponerse a servir. En la última casa en que estuvo antes de entrar en el noviciado de los Hermanos maristas fue en la de una señora sin familia. Con esta señora siempre guardó amistad… El último año que fue al pueblo, antes del Alzamiento del 18 de julio, dicha señora le ofreció hacerlo heredero de sus bienes si se quedaba allí. Ante semejante oferta y sin titubear el H. Timoteo, que lo había abandonado todo para servir a Dios, la respuesta fue: «Es muy poca cosa a cambio de mi vocación».

 

 

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