Unitat Pastoral El Carme - Sant Joan

16 juliol 2011
Categoria/es: General

ENTREVISTA A MOSSÈN DISMAS

Ja fa uns mesos que a la parròquia del Carme en és familiar la presència de Mn. Dismas. Originari de Rwanda s’ha anat familiaritzant amb molt d’interès i amb l’ajuda d’alguns agents de pastoral en el coneixement del castellà i del català. I la veritat és que ja se’n surt molt bé. Per això, si inicialment només concelebrava l’eucaristia, ara ja celebra una missa diària en castellà.

Fa unes setmanes que el Senyor Bisbe ha nomenat Mn. Dismas sacerdot adscrit a les parròquies de la Unitat Pastoral i ara ja viu a la casa rectoral.

Avui, festa de la Mare de Déu del Carme, ens hem assabentat que celebra el vuitè aniversari de la seva ordenació sacerdotal. Per això hem aprofitat l’avinentesa per a fer-li unes preguntes i saber alguna cosa més d’ell.

1.- ¿Qué recuerdo tiene del día de su ordenación sacerdotal y de su vocación a este ministerio consagrado?
Fui ordenado sacerdote en mi parroquia Crête-Congo-Nil el 16 de julio de 2003 junto con otro seminarista, Tade, que recibió el diaconado. De pequeño vivía a 21 km. de mi parroquia. Por ser miércoles aquel día era excepcional, pues tradicionalmente las ordenaciones se hacían en sábado y en domingo. A pesar de que la Virgen del Carmen no es conocida en mi país, en mi discurso de ordenación confié mi sacerdocio a la Virgen María, Madre del Carmelo. Después quise conocer más de esta devoción.

Aunque mis padres eran creyentes, no eran cristianos. Yo conocí a Jesucristo, el Hijo de Dios Padre, y al Espíritu Santo en la escuela católica de las religiosas de la congregación de la Resurrección de Jesús, que nació en el Congo en 1950. Poco a poco alcancé la fe en Jesucristo, y el 20 de abril de 1984 fui bautizado.

2.- El día de hoy, ocho años después de su ordenación, está más lejano en el espacio que en el tiempo. ¿Por qué decidió venir a Lleida? ¿Desde cuándo está aquí?
He venido de mi país para completar mi experiencia pastoral. Al encontrarme en la parroquia del Carmen he entendido que la doble circunstancia de mi ordenación fue providencial, y la Virgen me ayudará en mi servicio. Por ser de un país pobre, con una Iglesia pobre y no poder pagar los estudios para adquirir experiencia pastoral mi obispo ha negociado ofrecer mi servicio a la diócesis de Lleida.

Llegué a Lleida hace cinco meses y estaré  tres años. Durante este tiempo yo debo formarme.

3.- ¿Le ha costado mucho adaptarse a nuestra realidad? ¿Cuáles son los contrastes más importantes que ha percibido desde su llegada?
Ha sido como empezar de nuevo a hablar, a comer, a comportar-se. Todo es nuevo aquí porque es muy diferente de mi país. Y es muy difícil porque no soy un niño. La Misa es la misma en todas partes, pero aquí hay otra manera de celebrar y de entender la Iglesia. Fuera de las celebraciones, la gente habla en la iglesia y la mayoría de los feligreses no se sienten llamados a una participación activa en la liturgia. Hay muchas cosas que me sorprenden, pero debo acostumbrarme.

En mi país el templo es un lugar silencioso, sólo para comunicarse con Dios. Los fieles participan activamente en la Misa. Los servidores están muy instruidos en cantar, acoger, leer la Palabra de Dios, distribuir la Comunión… Todos deben vestirse con ropas litúrgicas adecuadas. El sacerdote está entre Dios y la gente y sólo se ocupa de la celebración eucarística.

Nuestra Iglesia es joven. Yo debo adquirir experiencia de la Iglesia de la Madre Europa que fue quien nos evangelizó.

4.- ¿Qué metas se plantea en su servicio pastoral como sacerdote de nuestras parroquias?
Estoy aquí para ayudar. Debo trabajar conjuntamente con el rector para acercar mejor a los fieles a la Iglesia, visitar los enfermos… Me gustaría mucho poder hacer un grupo de servidores pequeños del altar –monaguillos–, y jugar con ellos al fútbol y hacer un equipo muy consistente. Y, también, hacer crecer la fe de nuestra zona pastoral.

Todo con la gracia de Dios, pues no podemos hacer nada sin su ayuda. El hombre tiene muchos proyectos pero Dios permite sólo aquellos que pueden llegar a la meta. Yo estoy preparado para aceptar lo que Dios disponga.

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